Aún no se sabrá a ciencia cierta el origen y el sentido de la primera Pandemia mundial en cientos de años, cuando ya habíamos asumido que los protocolos de detección y contención, la investigación farmacéutica y los avances tecnológicos de este tipo de amenazas eran suficientemente consistentes para solo preocuparnos de la gripe estacional de turno a la que con ibuprofeno en mano le otorgábamos 1 o 2 días de triunfo .

Hoy están cerrados todos los centros de enseñanza, colegios, universidades, públicos y privados. Hoy están cancelados todos los eventos culturales, formativos, de ocio y de lo que pudiera reunir a un grupo de personas.

Hoy empezamos a confinar a poblaciones enteras en sus municipios miles y miles de personas confinadas en sus municipio, ya en Europa hay millones de personas en esa realidad pues hay países enteros confinados en sus fronteras.

Las bolsas de valores están en índices desconocidos, caídas en picado de las que no se salva ni la criptomoneda que decía estar descentralizada y independizada del sistema.

Médicos por redes sociales , están rogando a la población que no salga de casa, por el más que probable colapso de las unidades de cuidados intensivos y emergencias, consecuencia de una asistencia masiva de personas enfermas, asustadas o hipocondríacas que acelerarán su infección al asistir al hospital. Un colapso que desnuda un drama latente, ya no por la falta de inversión pública en el sistema sanitario, si no por los recortes que han ido sufriendo desde que ha habido crisis. Y hoy, esos mismos políticos que los recortaron nos hablan de que la prioridad es garantizar la salud de todo el mundo y que debemos seguir las recomendaciones del ministerio.

Saldrán ahora muchas voces en centros de gestión de crisis diciendo la frase “En su día, yo ya lo avisé “ y saldrán empresas que “ofrecerán “ sonrientes la posibilidad de “privatizar” esos servicios pues con capital privado no hubiera pasado.

Si pusiéramos a estas frases en una voz en off sobre unas imágenes de las calles más concurridas de Europa completamente desiertas, con flashes de médicos y doctores corriendo atareados en unos pasillos repletos de enfermes con sus mascarillas, bien pudiera parecer el inicio de un thriller apocalíptico, donde la humanidad sucumbe a una infección que los convierte en zombies o salchichas o esponjas, no recuerdo bien, tengo un lío ahora mismo.

Pero es una realidad, es lo que vas a ver y vivir hoy y mañana y los próximos…de momento días.

Lo bueno de las thrillers apocalípticos del cine, es que en un esfuerzo de sus guionistas para dar credibilidad al hilo argumental, escenifican la cadena de sucesos que comporta el colapso de los sistema e infraestructuras críticas, que lleva al colapso de otro y otro y al final todo el sistema colapsa.

Lo más triste de los thrillers apocalípticos es que son probablemente más cercanos a la realidad que una película que enaltece al ejército de los Estados Unidos que aniquila a una colonia extraterrestre que amenaza la humanidad, con valor, honor y sacrificio.

Y Lo más triste de la realidad cierta, es que nos creemos perfectamente capaces de ser protagonistas que “sobreviven” según sus habilidades de cualquiera de las escenas de los thrillers apocalípticos, y no tenemos tan claro asumir el rol del sufrido “héroe salvador” que sacrifica su vida por los demás.

El sistema está cayendo, millones de personas ya están sufriendo esta disrupción, y unos cuantos, más bien pocos, están sacando un alto rendimiento económico y consolidando la obtención de un poder fáctico.

Otros, conscientes de ello, están llamando a la movilización de las clases bajas y trabajadoras y poniendo el grito en el cielo por la gestión vergonzosa de los otros.

Y con todo esto el sistema pone el morro en dirección al colapso de las películas.

Puede que nos lo encontraremos sin haberlo visto venir. Un cambio global protagonizado por un microorganismo y no un cambio climático, que por cierto , también vendrá a complicarlo un poco más. Hoy ya, incluso estaría dispuesto a apostar de que en breve puedan aparecer naves extraterrestres en nuestros cielos.

“Las crisis son oportunidades” siempre ha sido una frase que ha resonado en todas las escuelas que creen en el capitalismo liberal.

Y no se les puede decir que no sea cierto, las crisis son ciertamente oportunidades.

Quizás hoy que el sistema cae, deberíamos plantearnos cual es la oportunidad para hacer cambios. Pues que nadie dude que si no aprovechas esta ocasión, alguien lo hará por ti, porque somos así y es una oscura característica que la humanidad de la que no ha logrado desprenderse a lo largo de toda su historia.

La mayoría de personas, provenimos de generaciones acostumbradas al sistema.

No concebimos como una realidad plausible no poder ir al médico para curarnos, no poder ir al supermercado, no recibir nuestro sueldo, no obtener electricidad de la compañía o agua en nuestros grifos o lo peor de todo, no tener wifi o conexión a internet.

Y hoy, que el sistema cae, no es que estemos cerca de esas realidades basadas en hechos de ficción, pero son más plausibles que ayer.

En mi caso, me lleva a pensar en mis habilidades y preguntarme…¿Qué soy capaz de hacer? ¿Tengo problemas para montar una tienda de campaña Quechua ? ¿ como se cocina sin vitroceramica o sin microondas? ¿Donde consigo una bombilla si los chinos se han ido de la tienda?

Ahora en serio, ¿ De que tengo capacidad y conocimiento para hacer por mi mismo?

Si fuera el protagonista de un thriller apocalíptico… ¿sería capaz de correr todo el día , conducir camiones, saltar con motocicletas, comer bichos del desierto, potabilizar agua, disparar diferentes clases de armas a todo lo que se mueva y no sufrir un shock psicológico? ¿ sería capaz de protegerme del frío extremo o del calor extremo, construir un refugio con polexpan o en un container abandonado, construir una barca con unos plásticos y pescar con las manos para comer, arreglar una radio y generar electricidad con un molino de viento ?

Espero no tener que salir de esa duda y que siga siendo una fantasía como las de “El día de mañana”, “Armageddon”, “Total War Z”, “Lo imposible “, “La amenaza de Andromeda”, “La guerra de los mundos” y una interminable lista de entretenidos thrillers apocalípticos, sin embargo hoy ya no es como ayer, y delante nuestro tenemos un desafío, del que no puedes escapar, ni evitar, ni siquiera marchándote a una isla desierta, si en su día llegó la gripe a Australia, llegará el Covid a tu isla.

Así que, estás generaciones aletargadas, con pocas habilidades “humanas “ desarrolladas, con muchas fantasías en el cerebro y unas manos frágiles, con una capacidad de organización social deficiente, con unos valores que puedan sostener actitudes fuertes ante una nueva realidad que, de momento, hace que el sistema esté cayendo.