
Acerca de mi
Nací recién estrenada la década de los años 70 del siglo XX, en pleno estallido del movimiento “Flower Power” , faldas cortas, chicas “Ye ye” y cosas raras que hacían mis padres de ese estilo. Corrían aires de democracia y la aparente desaparición de una dictadura que duraba ya 40 años.
Siendo muy pequeño nos instalamos en la ciudad de Barcelona, siendo aquella una época que recuerdo con afecto, como el día que instalaron el teléfono en casa, o me dejaban ver alguna película una TV en blanco y negro , aunque llevara un rombo ♦.
Estudié bajo un sistema educativo que denominaban EGB ( Educación General Básica) en un colegio que aparecía frente a mí, como Harry Potter se le aparecía Howard’s. El colegio de los Salesianos San Juan Bosco del barrio Barcelonés de Horta, era, y sigue siendo un castillo, con sus almenas, grandes puertas, largos pasillos y ventanales. Y todo ello con una intensa presencia religiosa, católica, como lo había sido todo el país durante mucho , mucho tiempo. No era un colegio amable con los niños , eran otros tiempos y en su imaginario, los niños estaban repletos de sesgos que había que corregir, encauzar, educar.
Mi colegio aparecía frente a mí, como a Harry Potter le aparecía el castillo de Howard’s.
Así que los curas me enseñaron su forma de aprender. que básicamente consistía en memorizar, y repetir de forma mecánica todo cuanto pudiera recordar utilizando mnemotécnicas para lograrlo, antes que comprender el concepto. Hacer que un niño entienda algo puede llevar demasiado tiempo, y en mi clase éramos 45 niños. Solo niños, sin niñas… que tremendo error.
He de confesar que la religión, a tan temprana edad, me generaba grandes enigmas y conflictos internos sobre la obra divina, la existencia del mal y especialmente me afectaba la iconografía, donde el sacrificio y el sufrimiento eran una constante. Con lo que si que se me inculcó eficazmente que debía ser temeroso de Dios, omnipresente, omnipotente que me observaba en el cumplimiento escrupuloso de sus mandamientos bajo pena de caer en el “Pecado mortal”, oigan, demasiado perverso para ser “la parte buena del mundo”. Qué mejor manera para catalizar los impulsos naturales de los niños que crear esa figura que al final de tus dias te juzgará y te enviará a un terrible infierno. Pues más o menos una distopia como la que George Orwell describe en su libro 1984. De la que desesperadamente uno quiere escapar.
Nadie debería sorprenderse de que gran parte de la sociedad opte por la laicidad, los excesos tienden a pasar factura.
Unos años más tarde tuve que desaprender el concepto inculcado sobre lo femenino y sobre lo divino, de lo primero textualmente lo describían como “algo frágil y sensible que había que cuidar y proteger”, y reconstruirlo en términos más realistas, afortunadamente la fragilidad y la sensibilidad no son cuestiones que estén determinadas por el género, así como las capacidades en todos los ámbitos, con lo que, lo de “cuidar y proteger” son actitudes compartidas de una manera mucho más simbiótica.
Lo cierto es que lo que estas cuestiones, que ahora consideramos obvias, llegaron a mi vida en un momento de transición, y afortunadamente la mujer se ha ido empoderando y consolidando hacia un estatus igualitario, equilibrando los roles y las responsabilidades tanto profesionales como emocionales.
Afortunadamente, aprendí que la fragilidad y la sensibilidad no son cuestiones que estén determinadas por el género.
El problema se manifestaba en expresiones de personas de ambos géneros que mantenían , y mantienen, las ideas retrogradas de la época, creo que sumergidos en una gran confusión aprendida a la que no son capaces de renunciar. A unos porqué ya les viene bien que las cosas siguieran como estaban, y a otros porque confunden la igualdad con hacer lo mismo. Y es que resulta que lo que el machismo hacía mal debiera ser corregido en vez de ser copiado desde otro género. Y en este recorrido me he encontrado de todo un poco, sin embargo mi postura siempre ha sido y será caminar la vida al lado de alguien , ni delante, ni detrás, si no hombro con hombro. Pienso que ese es un mundo más sonriente, mas amable, más pleno.
lo que el machismo hacía mal debiera ser corregido en vez de ser copiado desde otro género.
Para cuando acababa los últimos años de esa EGB , había cambiado de casa tres veces y vivía en un pueblo pesquero llamado Cambrils, cerca de Tarragona. Allí descubrí las verdades ocultas que la educación religiosa me había censurado, aun no se porqué motivo, pero fue un gran impacto para mi compartir aula con chicas, de ellas aprendí muchísimo y quedé fascinado, tanto en la forma de afrontar los estudios, como en la hora de despistarlos . Pues aquel era un momento donde había mucho que explorar y descubrir entre nosotros.
Sin embargo crecer cerca del mar, correr por el puerto a la llegada de los barcos tripulados por los padres de mis compañeros de clase, salir al amanecer a pescar a la playa, me conectó profundamente con la naturaleza, pues vivir en una modesta casa con olor a leña que acababa de cortar para la chimenea, asentaron olores que aún ahora me hacen viajar en el tiempo,.
No puedo dejar de mencionar a mi poderosa bicicleta, customizada con todo tipo de cosas para paliar sus diferencias frente a las bicicletas caras de mis amigos y vecinos.
La libertad de poder estar gran parte del tiempo fuera de una casa ocupada por una familia rota, me permitieron descubrir el mundo en pequeño, y pienso que sin saberlo asenté el animismo del que aún me siento parte. Aún es importante para mi, esta conexión con los mundos pequeños, que no por ser pequeños dejan de contener infinidad de cosas maravillosas e interesantes.
los mundos pequeños, no por ser pequeños dejan de contener infinidad de cosas maravillosas e interesantes.
Ya en la adolescencia, y de nuevo en Barcelona , me gustaba escribir con la vieja máquina de escribir de mi abuelo. Él ya no la usaba, pero le otorgó un lugar importante en su comedor, así que, fue fácil acercarme a ella y presionar aquellas teclas redondas y escuchar el taqueteo de la impresión de cada letra, se transformaba como un metrónomo que me inducia a un estado en el que se abrían las puertas de la imaginación, quizás para refugiarme de una etapa difícil, y de ahí fluían torpes historias, con más faltas de ortografía que contenido y que luego corría a leer a cualquiera que hacia que me escuchaba.
Supongo que ese placer de ser escuchado me condujo a una breve incursión en el mundo de la radio, donde conocí a grandes periodistas que años después pasaron a la televisión. En aquella incursión en ese loco y fabuloso mundo radiofónico , cumplí uno de mis sueños y en poco tiempo conté con un breve espació de locución donde mis palabras volaron lejos hacia muchas personas en sus hogares.
Cambiaron mis amigos, me alejé del alcohol sin probarlo y de las agujas que dejaban tiradas los yonkis del barrio, me daba miedo convertirme en ellos. Sin embargo, ser abstemio resultó ser un problema de socialización, a la gente que bebe no le gusta beber sola, al parecer es un pecado que es mejor si es compartido. Ahora en perspectiva celebro no haber permitido dejar pasar al alcohol en mi hogar personal, aunque es cierto que ahora puedo beber en ocasiones especiales.
Ser abstemio resultó ser un problema para la socialización. La verdadera cuestión siempre ha sido con quién socializarte.
Empecé a moverme por el barrio de Gràcia, con nuevos amigos. Tocaban en un grupo de rock y los veía disfrutar interpretando sus propios temas, que descarnaban a gritos los problemas de ser joven. Admiraba su destreza con los instrumentos, y acudía a sus conciertos sin sentirme protagonista de nada, solo ser espectador y amigo de mesa con ellos cervezas y yo mi refresco. Les escribía historias de fantasía Tolkiniana, de humor absurdo que solo en este círculo eran entendidas.
Fui muy feliz cuando en mi cumpleaños me regalaron un libro con todas aquellas historias corregidas y recopiladas en un hermoso tomo de tapas azules y sus dedicatorias en las primeras hojas.
El servicio militar obligatorio de aquella época, rompió aquel mundo y uno a uno fuimos llamados a filas y a desaparecer durante un año y volver a casa “diferentes”. Mi experiencia en la “mili” , como a todos los chavales con 18 años que eran arrancados de su mundo bajo pena de ir a prisión, fue evidentemente intensa, conocí las tierras Aragonesas, sus gentes, el desierto de los Monegros del que diré que no hay cielo nocturno como el que puedes descubrir en un desierto, como no hay lugar como ese para poner al límite tus fuerzas, físicas y psicológicas.
Supongo que no es necesario entrar al detalle sobre lo que un chico, creyéndose ya un “hombre”, puede descubrir en la ciudad de Zaragoza durante un año de ponerlo todo patas arriba.
Eran tiempos de cierta tensión bélica, la OTAN tenia abiertos conflictos en el Golfo Pérsico y nosotros pertenecíamos a la OTAN, así que los ejercicios militares , la activación de alertas y la suspensión de permisos eran bastante comunes. Fue en uno de esos ejercicios, mientras disparaba un lanzagranadas donde se quedó conmigo un pitido en el oído que mi cerebro tuvo que aprender a ignorar y que si pongo atención en este mismo momento, aún sigue ahí privándome de un pequeño rango del espectro auditivo. Al ejercito nunca le preocupó mi pitido, así que, en correspondencia no me preocupan en absoluto los pitidos del ejército que de vez en cuando aparecen en la escena política para desentonar en una sinfonía ya de por si malsonante.
Sin embargo, en aquel momento no era la peor de mis preocupaciones, mirando a mi alrededor, sabia que en caso de ir un frente de combate, nuestras posibilidades de sobrevivir eran muy escasas o nulas. Camiones de los USA regalados después de la guerra de Korea, armamento obsoleto, formación operativa muy precaria y el personal no estaba allí por estar convencidos de entregar su vida para defender ninguna patria.
No tengo mucho más que decir de aquel ejercito, quizás que celebro que se haya profesionalizado y que los jóvenes de hoy puedan elegir libremente en formar parte o ignorarlo. En cualquier caso, sea cual sea el motivo , su presencia es un mal indicador.
Celebro que el ejército se haya profesionalizado y que los jóvenes de hoy puedan elegir libremente en formar parte o ignorarlo.
Y así volví a mi Barcelona querida, fui camarero de bar durante el día y barman de club musical por las noches. Podría escribir un libro sobre lo que uno observa y vive detrás de la barra de un local nocturno, cuando no existía internet , ni teléfonos móviles, ni redes sociales… El “arte” de la seducción realmente, para ambos, era mucho más vivido, para bien y para mal. Ahora es más fácil tener sexo que tener una relación, cuando en aquel entonces era al revés.
Llegó un buen trabajo como programador informático, el mundo de “la noche” y su ecosistema pasó, llegaron las olimpiadas de Barcelona y viví la transformación radical de la ciudad, la llegada masiva de turistas, creando un crisol de culturas indescriptible. Pasada la embriaguez del sueño olímpico, llegó el “como sacarse el carnet de conducir en 14 dias” para aprobar desesperadamente una oposición que cambiaria el rumbo de todo.
Ahora es más fácil tener sexo que tener una relación.
Mi profesión me alejó de la maquina de escribir, del bolígrafo, de las hojas de papel , de los cuentos, las historias y la fantasía … también de ellos, los que fueran mis amigos y lo que quedaba de mi familia. Al principio me asenté en tierras Gironinas, en el corazón de la Costa Brava, y empecé el resto de mi vida.
Así que hoy, voy diciendo por ahí que mi carácter lo define quien soy y mi actitud la define quien eres tu. Me resulta difícil describirme en un contexto abstracto. Pero puedo decir que soy una persona amable y empática, intelectualmente inquieto, me gusta observar, escuchar, y preguntar más que quedarme con la duda.
Con el tiempo me di cuenta que mi forma de razonar se alineaba con la escuela positivista, es decir, creo que todo tiene una explicación científica, así que, en general, creo más en la causalidad que en la casualidad. Y aún y todo lo que la ciencia me mostraba, siempre conservé un espacio para creer en la magia. la fantasía y el animismo… siempre ha sido importante no apartar al niño que llevo en mi interior.
Aún y todo esto, acerca de mi y por cuestiones no elegidas, suelo estar desafinado entre la gente.
Mi carácter lo define quien soy, mi actitud la define quien eres tu.
También he de decir que odio tener una parte bipolar porqué es fantástica.
Y bien es cierto que bipolares lo somos todos, aunque la mayoría lo niegue y sostiene que emocionalmente sigue una línea recta, y no es así. En mi caso, sin ser patológico, puedo estar en el clímax más alto de lo que puedo llegar a ser feliz, al más oscuro de los abismos de la tristeza, así que, esta forma de sentir, me proporciona sensaciones igualmente intensas, y me abre las puertas a formas de entender y apreciar todo lo que me rodea y con ello poder escribir con la misma pasión e intensidades.
Según Eduard Punset ( Divulgador científico), cada persona puede alcanzar una cantidad concreta de felicidad, y esa cantidad varia en cada uno de nosotros, esto lo determina las primeras experiencias cuando eres muy niño, cuando tu cerebro crea los cimientos cognitivos, de 0 a 6 años. Así que, tenlo en cuenta si tienes hijas , hijos. No te canses de abrazarlos y demostrarles todo tu afecto. Construirás personas bonitas con las que será más fácil convivir.
Soy aprendiz de escritor y pensador, aprendiz de fotógrafo como forma de expresión. Y soy aprendiz porque no existe el conocimiento final, cada día todas las ciencias con las nuevas tecnologías descubren algo nuevo, y lo que aprendiste en la escuela, está obsoleto al poco tiempo, el conocimiento cambia, se modula y perfecciona. La gente abandona los estudios cuando en el calendario social está marcado que ya sabe todo lo que necesita para entrar en el mundo laboral, y orienta su aprendizaje exclusivamente a la especialización profesional , analfebitandose cuando abandonan la idea de seguir aprendiendo sobre lo nuevo o lo que les es desconocido.
La gente se analfabetiza cuando abandonan la idea de seguir aprendiendo sobre lo nuevo o lo que les es desconocido.
Me apasiona la lectura e intento leer cuantos más libros mejor. Solo que, después de acabar un libro, le otorgo un tiempo de reflexión y aprendizaje, de crítica y aplauso y , porqué no, un buen debate con quien le apetezca.
Y libros mejor que películas. Y aunque me encanta el cine y las series, ( infinitas ahora con las plataformas de contenidos a la carta) , los libros dejan un espacio vacio para que construyas tus propias imágenes mucho más armonizadas con tus emociones y por eso, son especialmente intensas. Con el cine está todo hecho desde un punto de vista ajeno, y no está mal, pero nunca estará a la altura de la íntima creatividad que se manifiesta con la lectura.
Detrás de todo esto, hay un niño, más asustado que valiente, aunque, al final, elegí una profesión donde la cobardía no tiene demasiado espacio. Un niño, decía, al que no he dejado en silencio para poder decir cosas que los mayores no entienden, y es el que sigue mirando las cosas con asombro e inocente ilusión detrás de mis ojos.
Detrás de todo esto hay un niño, más asustado que valiente.
La causalidad que encuentro en mi fe es totalmente antagonista a mi forma de razonar, antes descrita, pero es que la necesito. Así que, de entre todas las formas de creer en algo, elegí una de las más antiguas, lo llaman animismo, y se trata en creer que todas las cosas, animales y plantas, tienen espíritu. Si, ¿ya te dije que era bipolar?, y ante tanto raciocinio , me siento muy cómodo poniéndole nombres inventados a las cosas, hablándoles y expresándoles respeto.
Con el tiempo entendí donde estaba el límite de lo humano y lo espiritual, que todas las formas de fe merecen respeto y que si finalmente tuviera que confesarme en alguna, elegiría una especie de budismo animista muy loco.
Me gusta el Anime, y aunque muchas personas lo consideren de consumo exclusivo de adolescentes, en él encuentro expresiones humanas y valores muy ausentes en la narrativa occidental. Será que cultura Japonesa me fascina, pero solo hasta cierto punto, pues observarla desde fuera no es lo mismo que crecer dentro de ella, y crecer en Japón no es fácil.
Pienso que la maestría en la animación de ciertas obras de anime, no tiene igual, ni siquiera comparándolas con las de la factoría Disney ( que también me gustan y he de reconocer su enorme metamorfosis).
El Autor Hayao Miyazaki (creador de estudio Ghibli) explica muy bien que hay detrás de estos trabajos desde su forma de hacerlos y el sentido que les dan. Además, hoy en día , el manga y el anime ya forman parte de la cultura de las nuevas generaciones de esta parte del mundo. Seria un error no prestarles atención si se tiene intención de seguir conectado a la gente joven y aunque mi DNI diga lo contrario, aun me siento joven.
De ahí que me lo pase muy bien practicando Cosplay en las ferias y salones de Barcelona. Ellos me demuestran que los prejuicios son cosas de mayores bastante toxificados y que hay comunidades donde cabe todo el mundo, sea cual sea su condición, edad o rareza. Lo importante es disfrutar con pasión de asuntos que nos dan salud mental en un mundo que parece empeñado en romperla. Y sinceramente, siendo este el beneficio, me importa muy poco lo que la gente pueda pensar sobre mi papel en estos contextos.
En el Anime encuentro expresiones humanas y valores muy ausentes en la narrativa occidental.
Viajar es mi nueva meta, para escribir sobre ello, para fotografiarlo desde un ángulo personal, emocional, para sentirlo , escucharlo y contarlo, aunque no le importe a nadie.
También puedes conocer un poco más de mi leyendo los cuentos cortos o entradas del blog. pues en todo lo que escribo siempre queda una parte mi .
Marta
Me ha gustado mucho tu texto, también soy de principios de los 70, y me siento muy identificada con mucho de lo que dices. Sigue escribiendo lo haces muy bien.
Isabel
A veces la causalidad te lleva a lecturas con esta, que te sumergen sin darte cuenta en emociones, momentos, paisajes que a la vez que te son familiares te evaden de esta falsa realidad , gracias
Toñi
Bonito resumen ! Ya que me identifico en algunas cosas de los años 70 ; por que me trajeron con 4 años a Barcelona .y sigo aqui …es un placer leerte a ratos por que es largo de contar jajaja ya que hace pocos dias me aceptastes la amistad .y te doy las gracias ! Tu creo que eres de sabadell …y yo del vall d ‘ hebron mas o menos , para que te hagas una idea ….hasta pronto y un saludo .
María José Garcia
De acuerdo contigo en que es un texto larguísimo…Al mismo tiempo, sabía que merecía la pena perder un ratito el leerlo….Todo…Me ha encantado tu forma de describir tu vida hasta el hoy…Hay una cosa que me gusta muchísimo y es la forma en que describes ” tu actitud “…Que es nada más y nada menos quién soy yo…Hay muchas más cosas por las que entiendo que me guste seguirte….Así que sigue ahí porque aquí seguiré yo…Un fuerte abrazo David.
David
Gracias María José, por el esfuerzo de leer el texto y encontrar algún sentido entre éste montón de ideas. Sigo aprendiendo de actitudes cómo está. Un saludo.
Maite MJ
Ya me iba a dormir tarde, pero no me he podido resistir a leerte. A valido mucho la pena, así ya te conocemos un poco más.
Flavia De Marco
No se que decir, me conecto en un 100 % contigo