Dicen, que si te caes, debes levantarte de nuevo y seguir adelante.

Te dirán que soportes el dolor con valentía, porqué el dolor pasa, siempre pasa.

Lo que no te dicen, es que aprendas la razón del porqué te caíste.

Te dirán “Ten más cuidado”, “Fíjate la próxima vez”, “Debes ser más ágil, más fuerte.”, “Práctica más duro”.

Y es mentira.

Nadie camina sin cuidado, va con la cantidad de cuidado que ha aprendido, y si, que obviedad, tendré más cuidado, no se me había ocurrido…

Nadie mira las nubes hasta que reconoce a las que traen tormenta. Pero tiene que haber habido una primera tormenta que te caló hasta los huesos. Y así aprendes a fijarte , así que, Grácias, por no decirme nada. Mejor enséñame donde fijarme.

Lo que no te dicen, es que de forma inevitable van a haber causas que te harán caer un número indeterminado de veces.

Lo que no te dicen es que estamos diseñados a temer a esas causas para evitarlas en el futuro, pues de no hacerlo, volverás a caer infinitas veces, hasta que ya no te levantes.

Lo llaman sobrevivir, estamos diseñados para sobrevivir.

La vida, quiere vivir.

Lo que no te dicen, es que si te caes, te vas a dañar, vas a sentir dolor, y el dolor és un mecanismo únicamente diseñado para sentir temor a su causa.

Así, cuando estás cayendo de nuevo, antes de recibir el golpe, ya sabes lo que viene después. Tu cuerpo se contrae, se cierra, se endurece, se protege y espera el impacto.

Eso es lo único que te enseñan cuando conoces el dolor, cómo bloquearlo, como atenderlo en la dirección errónea, o como no atenderlo, te dirán: “se fuerte”, “Aguanta , que no hay mal que cien años dure”, “Lo que no mata, te hace más fuerte”…etc.

Lo que no te dicen, es que para poder volver a levantarte, tienes que atenderte, ver cuánto daño de has hecho, descontarerte, volver a abrirte, desendurecerte, dejar de protegerte, dejar de recordar el impacto.

Lo que no te dicen, es como debes cuidar las heridas de tal manera que , cuando vuelvas a caminar, no vuelvan a doler. Porqué si no, la primera caída provocará dolor a cada paso que des, escondido, mitigado, oculto, disimulado.

Si no te descontraes, cuando vuelvas a caminar, no volverás a hacerlo igual, tu cuerpo necesita ser flexible y extenderse para dar buenas zancadas.

Si no te desendureces, tus músculos trabajarán el doble, y perderán fuerza. Y cuando vuelvas a caminar, sentirás cansancio, un cansancio cada vez más profundo .

Si no dejas de protegerte, tus ojos solo verán un túnel y al final una pequeña parte de lo que te rodea, no podrás usar tus brazos para equilibrar y empujar tus pasos, no dejaras de rechinar los dientes, para que puedas beber y comer tanto como necesites.

Lo que te enseñan sobre cómo encajar el dolor, no es que esté mal, es que està obsoleto.

Antes, necesitaban que siguieras caminando para conseguir SU objetivo, pues en realidad, bajo el uniforme del valor, se escondía la verdad del “no nos importas, si no nos sirves”.

Hoy, los soldados ya no sirven.

Hoy queda espacio para que el mensaje que emana de tu interior te pregunte: ¿Que hago con este dolor? Y hoy, la respuesta es “No lo escondas, no lo guardes, no lo disímules, no lo enfrentes.”

Hoy, debes aprender a relacionarte con el dolor, a permitirte sentirlo, sin luchar contra él porqué vas a perder, el dolor siempre gana. Siempre.

Así pues en vez de luchar contra él, puedes fluir con él hasta llegar a lo que lo causa.

Cuando descubres la causa del dolor, volverás a preguntarte, ¿Qué hago con esta causa que me duele?”

Y ahí ya es más fácil, porqué si te atiendes, sentirás que lo que quieres hacer es soltarla, para sanarla.

Soltaras la causa de tu dolor cuando hayas fluido hacia ella sintiéndolo, sin lucharlo.

¿Sabes sentir más allá de la vista, el oído, el gusto y el tacto?

Soltaras la causa de tu dolor, cuando entiendas observes su causa, y seas amable y comprendas, y te pidas perdón, y te des permiso, y te des las grácias por haberte llevado a ese lugar que el dolor protege con tanto ahínco, se llama vida.

Lo que no te cuentan es que cuando te caes, necesitas hacer todo esto, y solo entonces podrás levantarte siendo verdaderamente mejor, que no te engañen, no serás más fuerte, serás mucho más que eso, serás diferente.